29 noviembre, 2013

Piquillacta: la fortaleza wari del Valle Sagrado

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Ubicada a 30 km del Cusco, Piquillacta es el complejo arqueológico wari más conocido fuera de su capital, ubicada en Ayacucho. El imperio wari floreció entre los años 500 y 1000 d.C. y el cronista Cieza de León menciona ya su existencia en 1534. Si bien el centro del imperio wari se ubicó principalmente en la provincia de Huanta (Ayacucho), se ha corroborado que su influencia se extendió desde la zona mochica al norte, hasta el territorio nazca al sur, abarcando tanto la sierra como la costa del actual territorio del Perú.

 

La ocupación de Piquillacta se dio entre los siglos VI y X de nuestra era. El nombre de la ciudadela derivaría de las palabras “piki”, una especie de pulga, y “llacta”, pueblo, y significaría “pueblo pequeño”. Evidencias arqueológicas sugieren que los wari, civilización anterior a los incas, se asentaron primero en el vecino valle de Huaro, para luego construir Piquillacta alrededor del 530 d.C., lo que corrobora el hallazgo de restos cerámicos que sugieren un primer contacto entre pobladores de Cusco y Ayacucho siglos antes de la expansión wari.

 

La ciudadela presenta una planificación urbana notable, con un plan geométrico casi perfecto, siendo los edificios, canchas y plazas de forma rectangular y cuadrada. Las construcciones, de piedra sin tallar y adobe con argamasa, están ordenadas en conjuntos separados por calles rectas y circundadas por muros de hasta 12 m de alto, que la asemejan a una fortaleza. Consta de 700 edificios, 200 canchas y 508 almacenes o colcas, entre otros edificios, algunos de ellos de hasta tres pisos y si bien Piquillacta podría haber alojado unos 10 mil habitantes, al parecer nunca fue ocupada en su totalidad.

 

Acerca de su perímetro amurallado, el motivo de su construcción no habría sido otro que la protección del sitio de las etnias cercanas asentadas en el Cusco pre-inca, que opusieron una tenaz resistencia a la ocupación wari, que finalmente se impuso.

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Construida en la quebrada del río Lucre, Piquillacta se erigió con la finalidad de controlar las nuevas tierras en el valle del Urubamba, ubicado en las cercanías. Sin embargo, el principal centro administrativo de la región habría sido abandonado de forma planificada al iniciarse el proceso de colapso del Estado Wari hacia el año 900 d.C.

 

Para visitar este complejo arqueológico se puede abordar uno de los buses que cubren la ruta Cusco-Urcos y pedir al chofer que nos advierta cuando estemos en Piquillacta; el sitio se puede ver desde la carretera. También hay colectivos que parten desde la Av. de La Cultura (frente a la Universidad San Antonio Abad). El viaje dura aproximadamente media hora. Existen también operadores turísticos que ofrecen un day tour al lugar.