La historia de Juliaca –palabra que al parecer se deriva de la voz quechua xullasca, que significa “nevando”- se remonta a miles de años atrás en la historia, habiéndose encontrado evidencia de un temprano poblamiento, por parte de cazadores y recolectores, que habría ocurrido alrededor del año 10000 a.C. A ello contribuyó el clima, que habría sido bastante más benigno en aquellos remotos tiempos, lo que hacía posible la proliferación de diversos animales como vizcachas, venados y camélidos silvestres (llamas, alpacas, vicuñas) y aves, al parecer los alimentos predilectos de estos nuevos pobladores.
Posteriormente, con la aparición de la alfarería, surgió la cultura Qaluyo -la primera de la zona-, a la que le seguirían las culturas Pukara -en el sector del cerro Waynarroque, donde fueron hallados restos de cerámica- y Tiwanaku y ya para los siglos siglos III y IV d.C., florecería una sociedad que hoy se conoce como la Cultura Waynarroque, quienes se dedicaban a la agricultura, ganadería, pesca y caza, habiéndose encontrado restos de una alfarería policromática fina y vistosa, diferente en técnica y estilo a la de los pukaras y tiawanacos.
Del siglo VII al el siglo X aproximadamente, el estado colonizador de Tiwanaku –la civilización pre inca más importante de la zona- asumió el control de gran parte de esta meseta altiplánica que luego se denominaría Kollasuyo. Sin embargo, los pobladores de Juliaca, a pesar de estar geográficamente en los dominios de Tiwanako, no recibieron de estos mucha influencia cultural -lo que les permitió desarrollarse casi independientemente-, ya que Juliaca pertenecía al reino aymara Qolla.
Posteriormente llegarían los Incas, quienes al mando de Pachacútec se enfrentaron con el ejército qolla dirigido por Chuchi Cápac, venciéndolos en Ayaviri y Pukara e integrando el territorio al Tawantinsuyo. Los qollas se revelarían en numerosas ocasiones, hasta que finalmente fueron subyugados hacia 1474 y posteriormente reubicados a los asentamientos donde fueron encontrados por los españoles, quienes, hacia mediados del siglo XVI llegaron para transformar el pueblo de Xullaca en el repartimiento de Juliaca, incorporándose este al virreinato de Buenos Aires.
La ciudad de Juliaca y sus alrededores poseen diversos atractivos turísticos tanto naturales como históricos, entre los más destacados encontramos la iglesia de Santa Catalina, el Convento Franciscano, el cerro Waynarroque, la laguna de Chacas y la comunidad de Kokan.