Construido en 1673, el Convento de San Francisco de Asís, ubicado a dos cuadras de la Plaza Mayor de Lima, posee una de las iglesias coloniales mejor conservadas de la ciudad. El monumento es una obra de estilo barroco y también, uno de los muchos templos que se encuentran en el llamado Damero de Pizarro.
Luego de atravesar la plazuela de ingreso a la iglesia,, abarrotada de palomas, vendedores de maíz y recuerdos turísticos, velas y estampitas religiosas de San Francisco de Asís, nuestra atención se desvía hacia al sorprendente portal del convento, tallado enteramente en piedra granito, cuyo estilo, probablemente, influyó al de otras iglesias cercanas como la de La Merced.
En el interior de la iglesia, la bóveda central y las naves laterales están pintadas en estilo mudéjar -término que deriva del árabe mudaÿÿan, que significa «domesticado» y que designa a los musulmanes que vivían en territorio dominado por cristianos-, un estilo que combina elementos moriscos con españoles.
Sin embargo, el principal atractivo del Convento de San Francisco son sus catacumbas, antiguos cementerios ubicados debajo de lo que solían ser majestuosas iglesias durante la etapa virreinal. Durante el recorrido se aprecian una gran cantidad de huesos –se dice que hay 75 mil cuerpos enterrados-, acomodados en extraños patrones circulares sobre mesas de piedra. Si bien el circuito puede parecer un tanto escabroso, resulta interesante por la intrincada distribución de sus bóvedas. Ciertamente, es un lugar lleno de historia. Es por este motivo que en 1991, la UNESCO lo incluyó en su lista como Patrimonio de la Humanidad.
El Convento de San Francisco se encuentra a 45 minutos en taxi de San Isidro, Miraflores y Barranco. Atiende todos los días desde las 9:30 a.m. hasta las 5:45 p.m. y los tours duran aproximadamente una hora.
